viernes, 16 de marzo de 2012

Medio miedo.



El Hombre Gato dijo una vez al ver esta foto: Qué suerte tiene, su correa es visible.

Ojalá mis correas lo fuesen. Puedo sentirlas, pero no sé dónde están.

Y es que estoy muy cuerda, pero a veces alrededor de mi cuello.

1 comentario:

  1. Una vez me contaron un chiste que no era nada gracioso pero del que se podía extraer una reflexión interesante...

    El policía ve a un borracho dando vueltas por la noche bajo la luz de una farola y le pregunta: El policía: ¿Qué hace?
    El borracho: Buscando las llaves de mi casa, que se me han perdido
    El policía: ¿Pero se le han caído por aquí?
    El borracho: Que va, se me han perdido en otro lugar.
    El policía: Entonces qué hace buscándolas bajo esta farola?
    Borracho: Es que aquí hay luz

    Eso es lo jodío de las correas, que nunca las buscamos donde no sabemos ver.

    Creo que ya te lo había contao, pero me ha venido al níspero en este momento. Menos mal que tú si que sabes...más de lo que haces saber!
    Qué agradable me resulta siempre entrar en tu blog. Es todo como semiamable. Un abracisco!!

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