Septiembre es el mes de la vuelta al cole, el síndrome postvacacional, las inundaciones en ciudades sin alcantarillas, los anuncios de coleccionables por fascículos y el Toro de la Vega.
Este año, también es el mes de morirse ahogado, no tener casa ni país, y escuchar gilipolleces de bocas de clase media con casas y iPhones sobre quién merece sobrevivir y quién no.
Ojalá la gente solo fuera estúpida en septiembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario