Últimamente se siente solo. Así que cuando llega a casa enciende la tele para oír una voz. Una voz que se vuelve familiar, que le acompaña y llena la casa. A esa voz no le importa que esté solo, ni que coma todos los días lo mismo y su casa esté hecha un desastre. Tampoco le importa que le esté saliendo barriga. La voz le acepta tal y como es.